¿Sabría Copérnico qué es lo central y qué es lo que gira a su alrededor? Totalmente. Pues lo mismo está pasando con la inflación y las nuevas teorías. Está la causa: el sol, y los planetas giran a su alrededor, pero el astro rey sigue siendo el mismo: la excesiva oferta monetaria. No obstante, quisiera revisar el tema porque sería posible que se hubieran producido cambios modificadores de lo esencial. Voy a partir de dos causas base clásicas: el exceso de masa monetaria (generalmente M1: M0 (billetes, monedas y reservas más los depósitos bancarios a la vista) y la escasez/abundancia de un bien deseado. Estas dos causas son impepinables, pero podría ser que otras circunstancias imbricadas entre sí -o con las mencionadas- pudieran causar un alza generalizada y durante un tiempo de los precios. Es lo que tienen los sistemas complejos. La cuestión es que Copérnico escribió un tratado monetario por encargo («Monetae cudendae ratio» – Sobre la acuñación de monedas) en el que ya explicó la relación entre la expansión monetaria y la inflación, tal como lo hizo también la Escuela de Salamanca coetáneamente (en un próximo post, contaré cómo observaron los autores de dicha Escuela ese suceso y las verdaderas causas del mismo, que no fue totalmente un fenómeno monetario). Luego, la cuestión monetaria siempre será sospechosa del crimen, aunque a veces -finalmente- no sea la asesina. En ocasiones es el mal uso de ese aumento monetario quien produce el incremento de los precios, pero su síntesis acaba siendo una mayor demanda que oferta. no porque haya escasez natural sino porque la liquidez abundante en el mercado facilita su compra y se prefiere aumentar el precio antes de fabricar mayor cantidad de ese bien con más demanda.
Antes de seguir, aclaremos que la inflación es la causa del aumento de precios y no al revés y ellos se debe a que el dinero ha perdido valor valor debido a la utilidad marginal decreciente del mismo (algún autor niega que el dinero este sujeto a esta ley, pero es fácilmente demostrable su presencia aunque es cierto que es una relación especial ya que el dinero está ligado a los productos que se pueden comprar con él y su UMD particular) y que los precios tienden a reajustarse para mantener su valor/precio, los precios referencia hacen el resto. Algunos economistas opinan que otras causas como las guerras, fenómenos que impidan la libre circulación de las mercancías, los movimientos de algunos materiales base (el cobre, por ejemplo), la codicia de algunos, el incremento del coste de la energía, etcétera. Eso me recuerda que la inflación en España comenzó a escalar antes de la Guerra de Ucrania y también el aumento del precio del petróleo a principio de los 70s. Diferenciar las falsedades de la realidad es el reto de nuestra época.
Esta reflexión ha sido inducida por una conferencia de la eminente economista alemana Isabel Schnabel, miembro del Comité ejecutivo del BCE, lo que me obliga -al menos inicialmente- a ponderar a su favor aunque sorprende que los guardianes de la lucha anti inflación estén girando su vista a otras causas. La señora Schnabel declara que el mantra friedmaniano de que «La inflación es siempre y en todo lugar un fenómeno monetario», no es totalmente cierto o que no siempre se cumple o que -al menos- la relación no es de uno a uno. Ella expone el caso de la post pandemia donde aumentaron la M1 un 30% y la inflación bastante menos, algo como la mitad. Como he comentado en alguna ocasión, decir que la inflación es un fenómeno monetario es como decir que la paella es un fenómeno culinario, una obviedad que parece una trampa para incautos del bueno de Milton. Aunque existan más causas y los que se aprovechan del río revuelto, siempre será básicamente un fenómeno en el ámbito monetario.
En el mismo tratado, Copérnico incluyó otro mantra que después Gresham estructuró mejor en la conocida Ley de Gresham, que dice que «el mal dinero expulsa al bueno», cosa que Copérnico también observó. Esta ley viene a decir lo que me pasó en la República Argentina allá por el año 2.000, donde yo pagaba con dólares y el cambio me lo devolvían en pesos argentinos, cuando las dos divisas estaban en paridad. La gente suelta el dinero menos preferido primero y se queda el que cree de más valor o con mayor reserva de valor.
Para los tiempos que vienen con dinero digital, conviene que vayamos dominando estos temas porque se plantean muchas dudas respecto a la inflación y sus causas, como por ejemplo: ¿Cómo impacta sobre el sector privado -generando inflación- lo que el gobierno paga a sus empleados? Efectos monetarios / fiscales indirectos.