Que el precio se está volviendo la variable de Marketing Mix más importante ya no es ninguna novedad, pero es conveniente explicar cómo su área de influencia va agrandándose más allá de ser lo que recoge la labor de siembra y cultivo realizada con el producto, la distribución y la comunicación, sobre el producto integral.
El precio nos comunica más cosas. Nos habla de la empresa que lo produce, de la marca que le incorpora un significado en el mercado, del producto, de sus característica y valor para el cliente y del servicio que le rodea, tanto para el cliente como para su correcta puesta en marcha. Como consecuencia, un buen producto que va acompañado de una cuidada marca que representa su posicionamiento y el nivel de servicio necesario para la satisfacción de los clientes, tiene que tener un precio acorde con los anteriormente expresado. Dicho de otro modo: un magnifico producto de una marca reconocida, ideado como productos total integrando diseño, packaging, servicio al cliente alineado, etcétera, tendrá un precio acorde que -normalmente- será relativamente alto o -al menos- alineado con lo que le acompaña. ¿Significa que todos los productos caros son buenos? Evidentemente no, pero lo contrario no puede darse, salvo que se haya iniciado un proceso de degeneración del margen sin que se sepa cómo evitarlo, que también se da.
No obstante, otros productos menores, podrán ofrecer un mix coordinado más ligero a precios menores y tener un reconocimiento del mercado. Casi todo tiene cabida en el mercado si va bien acompasado, otra cosa es el número de clientes que quieran esa propuesta de valor y su rentabilidad.
En el campo de los servicios también pasa, por eso las fusiones no han cesado en los últimos lustros y es que ofrecer recursos sin que supongan enormes costes por el servicio, requiere aumentar el denominador del reparto de costes/horas. Lo anterior, aporta rentabilidad, ya que los servicios buenos también tienen precios alineados con el valor aportado.
En ocasiones, creemos encontrar un chollo, un buen producto o servicio a magnífico precio aunque -en realidad- va corto de los acompañantes que necesitaría. Con suerte -tal vez- no se requieran para el caso y el precio final haya resultado muy satisfactorio. Si tienes un poco de mala suerte, te acuerdas del momento de la compra a lo largo de varios años. Si estamos hablando de productos de bajo precio fabricado para ese precio, el riesgo se reduce al máximo y se puede tomar como un capricho.
Los productos Apple siempre serán más caros y todos los usuarios opinan que vale la diferencia de precio (no hay equipo en Windows que aguante operativo tantos años con un Mac, salvo que sea un Mac con Windows). La marca aclara la confianza en las nuevas compras que se te planteen, así como el nivel de servicio. Todos sus productos satisfacen sobradamente las expectativas de los usuarios que ven su mayor precio, como parte del producto que han comprado.