Las aportaciones de Antoine Augustin Cournot han sido innumerables. Se podría decir que fue el primer economista matemático introduciendo los modelos que ayudaron a la economía a desarrollarse como ciencia, aunque muchos no la tomen como tal dejándola como una ciencia menor, que es como negarla. Si miramos la certeza de sus acciones respecto a los resultados, es posible que también desconfiemos.
Muchos economistas -entre ellos Marshall- se basaron en varias de sus aportaciones para plantear las suyas. El amigo Auguste, planteó que la respuesta de la demanda a un aumento de precio seguía siempre una curva con pendiente negativa, es decir, a más precio menos compras. Su tesis era cierta y lo sigue siendo, pero no podemos hablar que las excepciones son sólo los productos de lujo -Veblen- o los Giffen cuyas curvas no tienen esa pendiente negativa. Conforme avanzan las ciencias del comportamiento humano, podemos apreciar la complejas reacciones que tenemos los humanos respecto al precio y su contexto.
Como habitual comprador -en su corta temporada de los meses de verano- del mejillón de Valencia conocido como Clotxina valenciana y con denominación de origen y procedencia certificada hasta el nivel de conocer la batea en la que se han criado, la suelo adquirir en una pequeña tienda muy conocida y cercana al mar y que son más caras que en la tienda de enfrente, con la misma garantía de procedencia y cuyas bateas no pueden estar alejadas de las de la otra. Una tienda tiene siempre cola de espera y el otro establecimiento está siempre más vacío. En muchas ocasiones me he autoanalizado para determinar qué era lo que me hacía comprar un producto prácticamente igual a mayor precio, aunque estamos hablando de poca diferencia en valor absoluto.
La marca y su fama ganada a lo largo de los años es muy importante, este es un factor claro, también su nombre que alude al cabello colorado de la fundadora, a diferencia de otros nombres de establecimientos más impersonales. El hecho de ver una cola en una tienda y vacía la otra, también orienta hacia el primer establecimiento. La verdad es que cuando tomo la decisión de acercarme a la zona marítima pienso en acudir a la comentada tienda a por el preciado molusco.
Hay otra cuestión respecto a lo propuesto por Augustin Cournot. Si nos fijamos en la elasticidad-precio de la demanda, podemos encontrar que a mayor precio menor demanda, pero si analizáramos la segmentación de los compradores a nivel individual, podríamos comprobar como la decisión de no comprar un bien -en muchos casos- no ha sido el aumento de su precio, sino que ha sido debida a la menor disposición de renta, que nos muestra la elasticidad-renta de la demanda. En definitiva, lo seguirían comprando aunque fuera más caro, si no fuera por la falta de disponibilidad económica. En la crisis del 2008 y siguientes, muchas personas con un gran patrimonio dejaron de comprar por falta de liquidez. Independientemente, la curva precio-demanda no es única y cada producto tiene la suya, algunas de ellas claramente diferenciadas del resto respecto a la respuesta frente a los cambios de precio.
Ya vemos que la decisión de compra y el aumento del precio está sujeta a múltiples factores y contextos. La economía conductual avanza inexorablemente sobre la microeconomía, explicando el comportamiento humano. Sin embargo, la pendiente de la curva de demanda respecto al precio, sigue siendo negativa…