Es curioso que no se vea la parte «perecedera» de los productos en la gestión de los stocks. Veo muchos almacenes con productos sin apenas rotación o incluso sin ella. No veo nerviosismo ni preocupación y eso que he visto almacenes muy grandes repletos. Entiendo perfectamente las decisiones de Posicionamiento, la estrategia de gama amplia y de disponibilidad ha sido utilizada por muchas empresas exitosas, pero de ahí a no conocer el verdadero coste de seguirla y, al menos, dar salida a los productos que se acercan a la obsolescencia y eso sí que es tirar el dinero.
Claro que tener un producto en una estantería en el almacén tiene un coste: los propios costes del productos, el riesgo de obsolescencia o de mermas, los de logística entrante, los de manipulación, los de financiación o del capital, el de ocupación de espacio, etcétera. Los costes del almacenamiento pueden llegar hasta el 25% del valor del inventario.
Como contrapartida, también existe el coste de la no disponibilidad, el cómo se comportará el cliente que no encuentra lo que busca y por la expectativa no satisfecha. Muchos compradores tienen tres proveedores, normalmente compran a uno de ellos la mayoría de los productos y, si el primero falla o -simplemente- no contesta el teléfono rápido, pasan al siguiente proveedor. Lo que también suele pasar es que, al día siguiente, comienzan por comprar al que -finalmente- compraron ayer. Es evidente que también hay un coste. Comparando estos costes, se pueden llegar a conclusiones claras, pero no es lo común y las decisiones se toman sin datos dependiendo quién es el decisor.
Nos hemos dejado un tema tradicional, la optimización de inventarios. El exceso de inventario en productos de baja rotación suele ir acompañado del exceso de inventario de los productos que tienen una alta rotación. Si calculamos el coste de esos cómodos excesos vemos la ingente cantidad de dinero que tenemos en el almacén y en su financiación.
Al igual que en las aplicaciones de software en modo SaaS, el nivel de servicio definido es la clave de la optimización de inventario. Basta con preguntar cuál es el nivel de servicio fijado para saber cuál es el nivel de gestión.