Con la desclasificación de los documentos secretos de la Guerra de las Malvinas en 1982, se ha sabido que el asesor económico de cabecera de Margaret Thatcher en aquellos momentos -Alan Walters- cuando le preguntaron sobre qué hacer y los efectos económicos de las posibles decisiones a tomar, planteó que, para no tener que llevar a cabo ninguna acción bélica y sin tener que ceder la soberanía de las Falklands si no es por la propia decisión de los habitantes de las islas mediante su elección por una de las dos nacionalidades, se aplicará el proceso del mecanismo de equilibrio de precios como forma de expresión del valor que representaba para cada uno de los dos bandos. Veamos los detalles del proceso. Walters le planteó a la primer ministro Thatcher que ambos bandos «pujaran» por la decisión de los malvinenses y ellos valorarían lo que les aporta la nacionalidad de cada parte y las pujas económicas de las mismas -por ejemplo- Argentina puede ofrecer a cada malvinense 100.000 dólares por declararse argentinos. Eso sí, la decisión es para todos una vez se sepa cuál es la decisión mayoritaria, luego el que esté muy interesado por uno de los bandos puede ofrecer una parte de su recompensa a otros para que cambien su decisión de voto (en un mecanismo de igualación de la segmentación potencial). El Reino Unido, podría ofrecer otra cantidad, que será superior o inferior arreglo a su interés de continuar en las Falklands y los costes de sus propuestas. Lógicamente, Argentina puede cambiar su propuesta arreglo a la que ha ofrecido United Kingdom y viceversa. Los habitantes de las Malvinas sopesarán si prefieren ser argentinos o británicos conjuntamente con la cantidad prometida por cada pretendiente. Además de estas ofertas, pueden existir otras comunitarias de obras públicas, etcétera.
La cuestión es que cada una de las tres partes muestra su interés según su expectativa de utilidad subjetiva hasta llegar al equilibrio. Los habitantes de las Malvinas valoraran la utilidad y otras cuestiones psicológicas y tomarán una decisión que podrá ser acertada o equivocada tal como pasa en las decisiones de compra habituales.
Nada extraño, el proceso de equilibrio de precios es muy adecuado para ponderar las opciones y que cada una de ellas valore su utilidad y otras cuestiones para definir sus preferencias. Sir Alan Walters propuso este mecanismo casi salomónico para que se resolviera incruentamente el conflicto. Desgraciadamente, la acción y la reacción fueron bélicas y murieron muchos jóvenes. Los economistas tienen una visión que intenta encontrar la dinámica de los ajustes económicos que se dan de forma natural en la sociedad, porque -como la Teoría de Juegos- plantea estrategias de beneficios mutuos y de evitación de que todos pierdan, dejando que las decisiones de los agentes sean soberanas y muestren sus preferencias hasta llegar al punto de equilibrio. Walters, poco después, volvió a los EEUU.