Hay tres situaciones posibles en el progreso del management de la empresas, la empresas sin conflicto, aquellas en las que uno o unos pocos hablan y el resto obedece o hace como que obedece. El segundo tipo con las que mantienen un conflicto continuo que parece hacer avanzar hacia los objetivos, pero que el propio conflicto impide el avance en el día a día y, un tercer tipo que une el conflicto con la cooperación posterior que es como decir que una vez se consigue el consenso todos a apoyar la idea que ha sobrevivido con las modificaciones oportunas hasta el logro de la propuesta que la mueve.
El conflicto de ideas es bueno, conflicto positivo nunca un conflicto dialéctico del tipo all out conflict (como la lucha de clases marxista), que sólo busca la derrota del otro en un proceso sin cuartel. Hay que incorporar a profesionales que incorporen el debate, el conflicto ordenado -aunque en algunos momentos se produzcan situaciones tensas- es bueno y hace avanzar porque provoca el avance de ideas acelerado y obliga a los participantes a a argumentar con información abandonando la opinática y los sesgos cognitivos que aparecen cuando se toman decisiones no cuestionadas.
Este formato es bueno para todos los departamentos e incorpora a toda la materia gris que la empresa ha ido reuniendo con el tiempo, por eso es tan importante que se vayan completando los huecos de expertise y conocimiento que se detecten. En verdadero liderazgo no se siente atacado, al contrario, se encuentra como pez en el agua y flota ante esa entrega de ideas que encuentra, gestiona e incorpora al bagaje común. Eso sí, una vez se declara terminado el conflicto y se establece la vía de actuación, todos los que han intervenido se ponen -sin excusas- al tajo de forma colaborativa y sin esperar el fracaso de la línea que no defendían,
En todo proyecto que busca el logro de un objetivo o multi objetivos hay dos niveles de actuación. El primero establece una línea sinérgica de actuación, y otro que gestiona si los objetivos y acciones determinadas todavía siguen teniendo sentido una vez se ha ejecutado el intento se comprueba que los resultados no se consigue lo buscado.
Siempre es mejor estar entre gente que se mueve en el conflicto, te hace evolucionar y aprender a debatir de forma no personal y siempre buscando lo mejor para la empresa o rectificar para mejorar.
Uno de los puntos de conflicto entre diferentes áreas funcionales de la empresa es el pricing. Se toma, con frecuencia, como un punto de disputa, pero no con ese ánimo final de colaboración y eso no tiene sentido. El precing no tiene enemigos ni va contra nadie, las diferentes posturas deben plantearse y debatirse, para llegar a un acuerdo final para el beneficio.