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La microeconomía nos aclara que estamos en una práctica monopolística en competencia, ¡uf!

La Microeconomía nos habla de los mercados y sus formatos y del comportamiento de los agentes individuales, ya sean empresas o individuos, , con frecuencia queda tan olvidada que conviene releerla para mantenerse actualizado y saber en qué tipo de mercado nos movemos y cuál es el verdadero juego. Desde hace años, los sistemas de pricing me han llevado de nuevo a la Micro y tengo que decir que la disfruto como no lo hice en su momento -hace muchos años-, siempre digo que el mejor libro sobre precios es uno de Microeconomía, o mejor varios.

Las estructuras de mercado son básicamente cuatro, las cuales se segmentan mediante los siguientes criterios: el número de operadores y las diferenciación de los productos. Resultando cuatro estructuras finalmente: monopolio, oligopolio, competencia monopolística y competencia perfecta.

En la estructura monopolística, un único operador comercializa un único bien indiferenciado. En la estructura oligopolista, pocos operadores comercializan productos que pueden ser diferenciados o no, pero que tienden a ser muy parecidos. En la competencia monopolística existen muchos operadores y los productos tratan de ser diferenciados, por último, en la estructura de competencia perfecta muchos operadores venden un producto idéntico, aunque el Marketing puede obrar una diferenciación en la mente de los compradores. cada una de estas estructuras plantea una dificultad de entrada diferente, lógicamente, el monopolio y el oligopolio no dejan que más operadores entren a competir.

Como todos sabemos y hemos podido conocer en la última parte del siglo anterior, la tendencia de los monopolios ha sido hacia su desaparición, (CAMPSA, Telefónica, TVE, etcétera, en España). Los oligopolios siguen existiendo, claro, pero se atiende a sus posibles acuerdos en detrimento de la competencia aunque todos nos tememos que suceden alcanzado su condición de cárteles. Sectores donde se requieren grandísimas inversiones en el tiempo, suelen estar en este cuadrante. La competencia perfecta es un modelo teórico, aunque algunas circunstancias actuales parece que se acercan a esa estructura imposible. En la competencia monopolística, en la que nos encontramos la inmensa mayoría, con sus características de muchos operadores con productos diferenciados y libertad de entrada y salida, nos da cobijo para competir libremente. Se han creado mercados de algunos bienes básicos como la energía y las comunicaciones, no está muy claro a quién favorece, desde luego no fueron creados por los consumidores.

Respecto a los precios -que es lo que nos ha traído aquí- cada estructura se comporta de forma diferente. Los monopolios juegan a la relación entre el Efecto precio y el Efecto volumen (la escasez sube el precio, todos podemos recordar lo que pasa con el petróleo). Lo mismo pueden hacer los oligopolios, aunque lo suyo sería que compitiesen en precios para ganar mercado, las guerras de precios no suelen darse y se compite mediante el marketing y cierta diferenciación.

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