Sin duda alguna, las estrategia de precios (Pricing) es la capacidad directiva que mayor ventaja competitiva produce en la actualidad y en el futuro inmediato. Siendo el precio el inductor del Margen Bruto más importante, en un buen número de empresas ven imposible el incremento de precios y la gestión de la demanda a través de estos. Es absolutamente posible y las compañías que trabajan con un Pricing adecuado lo notan año tras año en sus resultados.
Estás técnicas son implementables en cualquier mercado por competitivo que sea y -como hemos comentado- la forma más sencilla de mejorar el beneficio, sobre todo si trabaja en conjunto con otros importantes inductores del beneficio. Trabajando sólo con los precios, las empresas clientes se sorprenden de la cantidad de margen que no aprovecharon en los años por no utilizar las técnicas de pricing.
Seguir a la competencia en sus precios es la peor estrategia que una empresa puede tener, pero parecen haberse aliado todos en esta falsa creencia, cuando es perfectamente viable una alternativa aumentando el margen y con los clientes aceptando los incrementos de precio habiendo ganado valor en sus transacciones. Claro está que nos estamos refiriendo a productos diferenciados de la competencia, si se tratan de los mismos productos, el precio sí que viene marcado por el mercado, aunque siempre quedan las otras tres variables del mix para diferenciarse.
